Los trabajadores de un mismo puesto de trabajo o similar pueden percibir distintos salarios a pesar de realizar las mismas funciones o similares, no obstante, si existen diferencias entre los sueldos abonados, es conveniente que éstas sean de poca cuantía para evitar envidas y conflictos entre el personal.

Cierto es también, que en ocasiones esas diferencias pueden ser necesarias, ya que premian a los trabajadores que realizan mejor su trabajo o llevan a cabo alguna tarea adicional que no todos los trabajadores de su puesto realizan.

De este modo, por ejemplo, se podrían determinar varios niveles salariales dentro de cada puesto de trabajo con funciones similares, que clasifique a los trabajadores según su destreza y experiencia en el puesto:

• Nivel inferior: Empleados que acaban de incorporarse a la empresa o cuyo rendimiento debe mejorar.
• Nivel medio: Empleados ya consolidados en el puesto de trabajo.
• Nivel superior: Empleados cuyo rendimiento es superior a la media.

Como se ve,  es posible retribuir de forma distinta a trabajadores con puestos de trabajo iguales o similares (teniendo presente las repercusiones comentadas),  por lo que todavía resulta más comprensible que distintos puestos de trabajo del mismo grupo o categoría profesional tengan retribuciones diferentes.

Así, por ejemplo, si en un convenio existe un grupo o categoría profesional que engloba a los técnicos de distintas secciones de la empresa, y en dicho convenio no fija las retribuciones para cada tipo de técnico, ¿cómo se podría justificar que un técnico de producción cobre más que uno de logística o viceversa?

Para ello, hay que valorar detenidamente cada puesto de trabajo, analizando, anotando y ponderando las funciones y responsabilidades que debe asumir el empleado que ocupa el puesto.

Normalmente, y aun tratándose de puestos muy diferentes, suele haber factores o puntos en común que permiten la comparación entre ellos, como por ejemplo:

• Grado de autonomía en la realización de su trabajo.
• Personas a cargo.
• Conocimientos o formación específica necesaria para el puesto.
• Experiencia requerida para el puesto.
• Creatividad.
• Relaciones interpersonales.

Una vez identificados estos aspectos en común, habría que fijar unos parámetros de valoración de menor a mayor importancia,  para que su suma final mostrara el valor global del puesto.

Finalmente,  y según los puntos obtenidos para cada puesto, se definirían los niveles salariales aplicables a cada puesto conforme a las valoraciones calculadas.